Frutos exóticos, colores y sabores sin precedentes.
La vida en los mercados... es diferente a todo lo que se conoce.
Asia y su cultura nunca podrán ser entendidas bajo la mirada de occidente a simple vista. Caminar estos mercados, inhalar el aire que allí se genera podrían ser una tímida manera de comprender una cultura tan vasta y diferente a la mía.
En los mercados se experimenta una variedad de sabores y olores que nuestro sistema ni siquiera jamás imaginó.
Es el inicio de un camino sin retorno...
Las calles de Bangkok son sinónimo de mercados ambulantes.
Variedad de excentricidades puede encontrarse a la vuelta de cada esquina.
El 'regateo' es la única manera de comprar. Dialecto propio de los trabajadores, es la condición sine qua non de cada compra. Las leyes de la economía en los mercados es independiente, aleatoria y condicionada a como se presenta el comprador ante los ojos del vendedor.
El contraste entre modernidad y tradición convive a diario.
Los vendedores trabajan de sol a sol. Inagotables almas comerciantes.
Apelando a recursos diversos para la estrategia de la venta, es difícil escapar con las manos vacías.
Uno podría pasarse horas, horas y horas caminando, admirando, escrutando ...
Los olores, los sonidos, los colores y las voces de los mercados definitivamente embotan la visión ...
sensación de vértigo, mundo aparte.
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